El Cruce de los Andes
El 12 de enero de 1817 se inició el Cruce de los Andes en dirección a Chile. ElEjército de los Andes fue uno de los dos grandes cuerpos
militares que lasProvincias Unidas del Río de la Plata desplegó en la Guerra de Independencia
Hispanoamericana; contó inicialmente con 3 brigadieres, 28 jefes,
207 oficiales, 3.778 soldados (incluyendo a parte de los oficiales y soldados chilenos
que emigraron a Mendoza después de la batalla de Rancagua), 1.200milicianos montados (para conducción de víveres y
artillería), 120 barreteros de minas (para facilitar el tránsito por los
pasos), 25 baquianos,
47 miembros de sanidad (para el hospital de campaña), 16 piezas de artillería
(10 cañones de 6", 2 obuses de 4 1/2" y 4 piezas de montaña de
4"), 15 empleados civiles, 1.600 caballos extras (para caballería y
artillería) y 9.281 mulas (7.359 de silla y 1.922 de carga).
Con el objetivo de
dividir a las tropas enemigas, San Martín ordenó primero el avance de parte de
las tropas por los pasos de Come Caballos, Guana, Portillo y Planchón. Estos no eran los pasos elegidos para
las columnas principales, sino que los dos primeros se hallaban al norte y los
últimos al sur de los realmente seleccionados, que eran los que ya habían sido
analizados por José Antonio Álvarez Condarco, o sea, los
pasos de Uspallata y Los Patos.
Era un avance en varios sectores, en un frente de más de 2.000 kilómetros ,
a través de una gigantesca cordillera. Con esto se pretendía distraer a las
fuerzasrealistas de Chile que no sabían en definitiva
por donde arribarían, y los obligaba a dividir sus fuerzas y provocar
movimientos favorables a la
Revolución en zonas alejadas de la capital, Santiago de
Chile, entre ellas la dirigida por Ramón Freire hacia Chillán,
que llegó unos días antes que las demás y convenció al gobernador realista que
el ataque principal sería por el sur.
A partir del 17 de enero
de 1817, inició el Ejército de los Andes, el avance de sus
columnas principales por los pasos de Los Patos yUspallata.
El Cruce de los Andes.
El Cruce de los Andes.
Las dos columnas
principales estaban formadas por 3.500 soldados, cien baqueanos, mil caballos,
diez mil mulas (de las que llegaron cuatro mil), treinta cañones, casi un
millón de cartuchos de fusil, varias toneladas de pólvora, y alimento para
todos los hombres y animales para un mes de marcha.
1. LA COLUMNA DEL GENERAL SAN MARTIN (17-01-1817).
El grueso del ejército al
mando del propio jefe de la expedición, el general San Martín, tomó la ruta
llamada corrientemente Paso de Los
Patos. El cuerpo estaba formado por la vanguardia al mando del
brigadier mayor Estanislao Soler, el centro al mando del
brig. Bernardo O'Higgins, la escolta de granaderos al
mando de tte. cnel. Mariano Necochea y la retaguardia al mando del tte.
cnel. Pedro Regalado de la Plaza, que conducía
la maestranza del ejército. Había varios días de diferencia entre la vanguardia
y la retaguardia. San Martín fue de los últimos en partir, porque precisamente
estuvo controlando lo más importante, es decir la salida en orden del ejército.
O`Higgins, quien iba al
centro, le escribía casi cotidianamente a San Martín, que venía uno o dos días
más atrás, y le informaba sobre su marcha y la de Soler (Las cartas de
O'Higgins son uno de los documentos más precisos para conocer las alternativas
de la marcha del ejército a través de las montañas sanjuaninas).
El cuerpo abrió la marcha
desde El Plumerillo el 19 de enero de 1817, tomó por Jagüel,
Yalguaraz, Río de los Patos, salvó el alto cordón del
Espinacito por el paso homónimo, situado a 5.000 metros . El 2 de febrero de 1817 inició el paso de la cadena limítrofe
por el Paso de las Llaretas. Esta columna tropezó con las mayores dificultades,
pues fue preciso escalar cuatro cordilleras. Soler que iba adelante logró las
victorias de Achupallas (4
de febrero de 1817) y Las Coimas (7
de febrero de 1817). Al día siguiente ingresaron en San Felipe.7
2. LA
COLUMNA DE LAS
HERAS (18-01-1817).
El avance por el Paso de
Uspallata y el valle
del Río Mendoza,
se inició el 18 de enero de 1817, conduciendo todo el parque y la artillería,
cuyo transporte era imposible por el más escabroso paso de Los Patos. A cargo
de las tropas de 800 hombres, se hallaba el brigadier Juan Gregorio de Las Heras, siendo su
segundo el mayor Enrique Martínez.
Entre los hombres
destacados que lo acompañaban, cabe destacar al fray Luis Beltrán.
Tras vencer en los combates de Picheuta, Combate de Potrerillos y Guardia Vieja, pudieron ingresar en Santa Rosa de
los Andes, el día 8 de febrero de 1817.
En la misma fecha, se
produjo la reunión con la división principal que el día anterior había salido
victoriosa en la acción de Las Coimas.
Las dos debían reunirse
en el valle del Aconcagua,
mientras que efectivos menores dispersaban las fuerzas enemigas, induciéndolas
a engaño respecto del avance de la agrupación principal.
El cruce fue
verdaderamente épico: no sólo cruzaron una de las cadenas montañosas más altas
del mundo (Las Heras registró que cruzó el paso de la
Cumbre, de 3.500
metros , a las tres de la mañana), sino que lo hicieron
por un desierto que en parte no tenía siquiera agua.
El único medio día de
descanso que tuvieron fue durante una tormenta de granizo que los obligó a detenerse.
Las fuerzas de Las Heras, de O’Higgins y de Soler se reunieron el 8 de febrero en el Campamento de Curimón. Ante las noticias del avance del jefe realista, coronel Rafael Maroto, hacia las casas de Chacabuco, San Martín ordenó el avance.
El 12 de febrero se libró
la Batalla de Chacabuco, en la que el Ejército de
Los Andes obtuvo la victoria sobre los realistas, que perdieron 500 muertos y
600 prisioneros. Los patriotas tuvieron que lamentar sólo 12 bajas.
El gobernador Casimiro Marcó del Pont huyó hacia el sur, pero fue capturado
por el capitán José Félix Aldao, de larga trayectoria
posterior.
El 18 de febrero se convocó a un cabildo abierto que propuso a San Martín como Director Supremo de la naciente república, pero éste
rechazó el ofrecimiento para evitar sospechas sobre un posible avasallamiento
de laProvincias Unidas del Río de la
Plata sobre la
autonomía de Chile.18 Dos días después, el cabildo nombró a
O'Higgins como Director Supremo, designación que San Martín avaló.
Días después, San Martín
ordenó a Las Heras que persiguiera a los realistas hasta Concepción, pero éste no pudo impedir que se
atrincheraran en Talcahuano. O'Higgins intentó capturar esa fortaleza, pero fue completamente
vencido. Aprovechando esa posición, el virrey del Perú envió refuerzos para los
realistas, al mando del ex gobernador Mariano Osorio.
Mientras tanto, San
Martín viajó a Buenos Aires, a pedir más colaboración a Pueyrredón, que debería
también formar una escuadra. A su regreso ordenó a sus hombres replegarse hacia
el norte, reuniendo unos 8.000 hombres en las afueras de Talca. Allí se produjo el 19 de marzo de 1818 la sorpresa de Cancha Rayada, en que el
Ejército Unido bajo las órdenes de San Martín fue derrotado cuando realizaba
una maniobra nocturna para evitar un inminente ataque. En la oscuridad se
generó una gran confusión, y los españoles perdieron 300 hombres, pero quedaron
dueños del campo y capturaron el parque, fusiles y cañones, levantando mucho la
moral de sus tropas. Los patriotas tuvieron 120 bajas, pero la división a cargo
de Las Heras emprendió una retirada ordenada sustrayéndose a la lucha, con lo
que pudo iniciar la reorganización de los restos del Ejército Unido.
El 5 de abril se produjo la batalla de Maipú, en que fuerzas patriotas
obtuvieron una completa victoria. El adversario dejó en el campo de batalla 2.000 cadáveres, cerca de 2.500
prisioneros, todo su armamento y material de guerra. El brigadier O'Higgins,
herido en Cancha Rayada, no participó de la batalla; pero se hizo presente una
vez finalizada la lucha, montado en su caballo, para abrazar a San
Martín y llamarlo
"Salvador de Chile".
El escueto parte de la victoria dice:
«Acabamos de ganar completamente
la acción. Nuestra caballería los persigue hasta concluirlos. La patria es
libre, abril de 1818. San Martín.»
En efecto, con la batalla
de Maipú se obtuvo definitivamente la victoria sobre las tropas realistas,
asegurando finalmente la independencia de Chile.
El gobierno de Chile lo
premió con una vajilla de plata y 6.000 pesos, pero San Martín rechazó ambos
regalos diciendo: «No estamos en tiempos para tanto lujo.»
Sin embargo, San Martín
tuvo opositores locales, como los hermanos Carrera, líderes de un sector
opositor a O’Higgins, que conspiraban contra San Mertín y especialmente contra
O'Higgins. Juan José y Luis Carrera fueron arrestados, y José Miguel huyó
a la Banda Oriental.
Poco antes de Maipú, Juan José y Luis Carrera fueron fusilados en Mendoza por
orden del gobernador Toribio de Luzuriaga a instancias de Bernardo de Monteagudo,19 que poco después volvería a Chile.20 Desde entonces, José Miguel Carrera
intentaría volver a su país para deponer a O'Higgins y juzgar a San Martín por
la ejecución de sus hermanos.
Preparativos
para una nueva campaña
Luego de la emancipación
chilena San Martín se trasladó a Buenos Aires para obtener del gobierno un
empréstito que permitiera costear los gastos de la Expedición Libertadora del Perú.
Pueyrredón le prometió 500.000 pesos pero luego hubo dificultades para cumplir
la promesa debido a las luchas internas entre Buenos Aires y los caudillos federales.
Entonces San Martín renunció a la jefatura del ejército. Ante este hecho, el
Directorio envió a San Martín 200.000 pesos, y junto a la ayuda financiera
obtenida de O’Higgins, ambos lograron armar una escuadra, prácticamente
comprada en Gran Bretaña,
al mando de Alexander Cochrane.
El Gobierno de
Chile determinó que
San Martín sería el comandante en jefe de la expedición, que navegaría bajo
bandera chilena. Finalmente San Martín fue designado general en jefe del Ejército de Chile, y general del mismo, siéndole conferido ad honorem el grado de Capitán General del ejército de Chile dos días después
de ello. Cuando se disponía a reanudar la campaña al Perú recibió la orden del Directorio de
marchar hacia el Litoral Argentino con su ejército para combatir a los
federales de Santa Fe y Entre Ríos.
San Martín se negó de plano, y ante la insistencia respondió con el silencio.
En febrero de 1820, la victoria del Partido Federal provocó la caída del Directorio de las
Provincias Unidas, quedando el país sin gobierno central. Esta situación dejó sin respaldo legal
su autoridad, por lo que renunció frente a los oficiales argentinos; pero
estos, dirigidos por el coronel Enrique Martínez, rechazaron su renuncia.
Finalmente, el 20 de agosto de 1820 partía San Martín junto a la
expedición desde Valparaíso hacia el Perú. La expedición estaba
constituida por alrededor de 4.500 hombres, pertenecientes al Ejército libertador de los Andes y al Ejército de Chile, de los cuales 1.600 eran
marinos. Se embarcaron en ocho navíos de guerra y dieciséis transportes. No se
puede especificar a ciencia cierta cuantos soldados argentinos y cuantos
chilenos conformaban la expedición y que número prevaleció pero la mayor parte
de los oficiales eran argentinos y los jefes navales de orígenes varios, siendo
de destacar los británicos entre quienes se encontraba Cochrane, franceses como Hipólito Bouchard y chilenos como Manuel Blanco Encalada.
Independencia y Protectorado del Perú
El 8 de septiembre,
el ejército al mando de San Martín desembarcó en la playa de Paracas,
cerca del puerto de Pisco,
haciendo retroceder al ejército realista, que se replegó a la zona de la Sierra.
El virrey Pezuela, tenía bajo su mando a unos 20.000
soldados, distribuidos por todo el virreinato, de los cuales la mayor parte
defendía Lima. Tratando de ganar tiempo para reunir a todos los soldados,
planteó una salida diplomática al conflicto, que finalmente no llegó a ningún
acuerdo aceptable para San Martín. Éste envió una división al mando del general Juan Antonio Álvarez de Arenales por la ruta de la sierra, para
perseguir a las divisiones realistas ubicadas en esa zona y propiciar la
insurrección de las poblaciones a lo largo de su trayecto.
San Martín se reembarcó en la escuadra, y en los
primeros días de noviembre desembarca en la localidad de Huacho, donde
fortificó su posición e inició su estrategia para sitiar definitivamente Lima.
El 29 de enero de 1821 se sublevaron altos oficiales realistas contra el
virrey Pezuela, quien renunció a su cargo y fue sustituido por el general José de La Serna, que sería confirmado más
tarde como virrey del Perú por la corona. El nuevo virrey propuso a San Martín
nuevas negociaciones diplomáticas, las cuales finalmente fracasaron debido a
que la propuesta definitiva del general era la independencia del Perú. El sitio
de Lima se prolongó por algunos meses; en el mes de marzo arribó al Perú el
capitán Manuel Abreu,
enviado por el rey de España como emisario pacificador, sin ninguna
consecuencia favorable para los independentistas. San Martín decidió iniciar
una nueva estrategia y envió dos ejércitos, uno al mando del general Guillermo
Miller, para desembarcar en las costas del sur, y otra al mando del general
Arenales, hacia la sierra.
San Martín dejó Huacho y
desembarcó en Ancón, estrechando el cerco a Lima.
Simultáneamente inició nuevas negociaciones de paz, que se realizaron a fines
de abril en la hacienda de Punchauca, cerca de Lima; los delegados de San
Martín fueron Tomás Guido, Juan García del Río y José Ignacio de la Roza; por parte del
virrey La Serna
fueron Abreu, Manuel de Llano y Mariano Galdiano. Las
negociaciones fracasaron nuevamente.
Pocos días después se
pasó a sus filas uno de los más destacados regimientos de las fuerzas del
virrey: el regimiento realista Numancia, compuesto de
venezolanos y neogranadinos, que había sido formada en Venezuela en 1813 y enviada al Perú tres años
más tarde en por Pablo Morillo.
Esta deserción en masa desmoralizó al resto de las fuerzas realistas, obligando
a De La Serna a
abandonar la ciudad el 5 de julio, internándose en la sierra. Esto le abrió las
puertas de Lima a San Martín.
Gobierno
en Perú
San Martín ocupó Lima y
reunió un cabildo abierto el 15 de julio.
El día 28, ante una multitud reunida en la Plaza de Armas de Lima, San Martín declaró la independencia y
fue nombrado Protector del Perú con autoridad civil y militar.
Durante su protectorado
recibió una carta del general Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón Bolívar, para la campaña enEcuador,
en el que reclamaba la incorporación a la misma del batallón Numancia. Esta
unidad, compuesta de venezolanos yneogranadinos había sido formada en Venezuela en 1813 y enviada al Perú tres años
más tarde en por Pablo Morillo.
A poco de desembarcar San Martín en territorio peruano, se había pasado a sus
filas.22 San Martín se negó a perder la
excelente unidad, y en su lugar envió una División Auxiliar al mando de Andrés de Santa Cruz —en su mayoría compuesta por tropas
inexpertas— que participaron en las batallas de Riobamba y Pichincha.28
Entre los días 26 y 27 de
julio de 1822 se realizó la Entrevista de Guayaquil, donde se reunió
con Simón Bolívar, teniendo como tema principal la
liberación del Perú, principal baluarte realista en Sudamérica. Tras una
conversación privada, cuyo contenido sólo se puede conjeturar, cedió a Bolívar
la iniciativa y conclusión de la campaña libertadora.
Poco después decidió
retirarse de todos los cargos y volver a su país.
"...He convocado al Congreso para presentar
ante él mi renuncia y retirarme a la vida privada con la satisfacción de haber
puesto a la causa de la libertad toda la honradez de mi espíritu y la
convicción de mi patriotismo. Dios, los hombres y la historia juzgarán mis
actos públicos."
José
de San Martín carta a Bolívar. Lima, 10 de septiembre de 1822..."
Su gobierno habia durado desde el 3 de agosto de
1821 hasta el 20 de septiembre de 1822.