lunes, 7 de octubre de 2013

DON JUSTO JOSE de URQUIZA

Justo José de Urquiza (Talar de Arroyo Largo, hoy Arroyo Urquiza, Virreinato del Río de la Plata, 18 de octubre de 1801 - Palacio San José, cerca de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, 11 de abril de 1870) fue un militar y político argentino. Fue varias veces gobernador de la provincia de Entre Ríos, líder del Partido Federal y presidente de la Confederación Argentina entre 1854 y 1860.

 

Origen Familia e inicios en la política



Su padre, Joseph Narciso de Urquiza y Álzaga, era un inmigrante español que se unió en matrimonio con la infanzona María Cándida Ramón-García Monzón de origen luso-hispano-argentino, siendo ésta una descendiente de los portugueses Inés Nunes Cabral de Melo y de Gil Gonçalves de Moura.n. 1 Ambos se radicaron en la Intendencia de Buenos Aires, en la actual provincia de Entre Ríos, dedicándose a la actividad rural y a la función pública. Luego de laRevolución de Mayo, en 1810, emigraron a la Banda Oriental para seguir siendo fieles al Reino de España.
En 1819 se instaló en la pujante villa Arroyo de La China, actual Concepción del Uruguay, dedicándose a la actividad rural y comercial, para la cual demostró una enorme capacidad. Su hermano mayor, Cipriano de Urquiza, fue secretario y luego ministro del primer gran caudillo entrerriano, Francisco Ramírez.
En 1820 tuvo su primera hija extramatrimonial; más tarde tendría muchos más hijos ilegítimos. Una ley sancionada durante su presidencia legalizaría varios de ellos. Le fueron legalmente reconocidos 23 hijos por la Ley Federal Nº 41 en donde ponía en un pie de igualdad a los 11 hijos legítimos con los extramatrimoniales que tuvo de soltero (hay versiones que señalan que tuvo entre 105 y 114 hijos en toda su vida).
En la década de 1820, contando ya con una fortuna que lo respaldaba, se interesó en la política en un período especialmente turbulento en la historia de Entre Ríos. Como muchos jóvenes del interior, su partido era el Federal.

 

Inicio de su carrera militar

Desde 1828 en adelante fue comandante militar y civil de Concepción del Uruguay. Dos años más tarde apoyó la invasión a su provincia del general unitario Juan Lavalle y de Ricardo López Jordán (padre). Tras el fracaso de esa invasión, apoyó otra en 1831 que, al fracasar también, lo obligó a refugiarse en Santa Fe, bajo la protección del caudillo Estanislao López.
Urquiza fue nombrado comandante de toda la costa del río Uruguay, con el grado de coronel. Durante esa década se convirtió en uno de los hacendados y comerciantes más ricos del país y extendió una poderosa red de clientelismo económico, que le serviría más tarde de apoyo político.

 

La guerra civil

Entre Ríos era un territorio que ocupaba una posición estratégica, ya que estaba cerca de Buenos Aires, de la conflictiva Banda Oriental, del Imperio del Brasil y de la provincia de Corrientes. En su territorio se dieron grandes batallas.
La primera provincia en rebelarse militarmente contra Rosas fue Corrientes. Su gobernador, Genaro Berón de Astrada retiró la delegación de las relaciones exteriores a Rosas y le declaró la guerra, como así también a Echagüe. Berón tuvo que enfrentar con sus solas fuerzas el ataque que le lanzó Echagüe, uno de cuyos jefes de división era Urquiza.
En su ausencia, Lavalle había invadido la provincia, pasando a continuación a Corrientes. Allí reunió un nuevo ejército, con el que a mediados de 1840 invadió Entre Ríos. Mientras Urquiza controlaba la costa del Uruguay, Echagüe lo enfrentó en dos batallas indecisas. Urquiza derrotó a uno de los coroneles unitarios en Arroyo del Animal, cerca de Gualeguay. Poco después, Lavalle pasaba hacia la provincia de Buenos Aires; allí intentaría ocupar la capital, pero sería derrotado sin lucha e iniciaría una marcha hacia el norte, encontrando la derrota en Tucumán y la muerte en Jujuy.
Algunos meses después, Echagüe invadió Corrientes, dejando a Urquiza protegiendo sus espaldas. El nuevo comandante de Corrientes era José María Paz que derrotó fácilmente a Echagüe en la batalla de Caaguazú, el 28 de noviembre de 1841.

 

Gobernación de Entre Ríos

Llegada al gobierno y continuación de la guerra




       Poco después de la derrota venció el cuarto mandato de Echagüe. El 15 de diciembre de1841, la legislatura eligió gobernador a Justo José de Urquiza. No dejaría el poder en la provincia hasta su muerte, casi treinta años más tarde. Fue gobernador durante 18 años, a lo que hay que sumar seis años de federalización de la provincia bajo su propia presidencia, y cuatro de un empleado suyo. En total, 28 años; más que Rosas en Buenos Aires.
La situación era muy delicada; Urquiza emitió una proclama, en que decía que "nadie ha sido colocado al frente de la provincia en circunstancias más difíciles. El mando, desnudo de cuanto halaga, sólo me presenta sus azares."
Enseguida delegó el mando en Vicente Zapata, y abandonó la capital. Días después, Paz ocupaba Paraná y Rivera Concepción del Uruguay. Urquiza se retiró a la isla del Tonelero, protegida por pantanos y arroyos, donde se puso a organizar un ejército con miles de voluntarios entrerrianos, a quienes formó militarmente. Entre ellos estaba un joven, hijo de un viejo general que estaba prisionero de Rosas por unitario: era Ricardo López Jordán. Durante un corto período se trasladó a la provincia de Buenos Aires.
Rivera tomó el mando del ejército unido uruguayo-unitario. Urquiza se unió a Oribe y juntos avanzaron hacia el río Uruguay, cerca del cual derrotaron completamente a sus enemigos en la batalla de Arroyo Grande, el 6 de diciembre de 1842.
El bloque anglo  francés y las actividades de corsarios al servicio del gobierno de Montevideo continuaron afectando al gobierno entrerriano. El capitán italiano Giuseppe Garibaldin. 5 saqueó Gualeguaychú; y a los pocos días el griego Cardassy capturó todos los barcos del puerto de Paraná.

 

Gobierno de la provincia

Su gobierno fue paternalista, en el sentido de que gobernó sin consultar al pueblo, pero en beneficio de éste. Gobernaba desde Concepción del Uruguay o desde su campamento militar de Calá. En varios sentidos fue muy similar a Rosas y a otros caudillos de la época. Protegió a la ganadería, favoreció la instalación de saladeros de carne vacuna, hizo exigir la papeleta de conchabo a todos los peones rurales, mejoró los caminos y los puertos, instaló molinos de agua, y ayudó al establecimiento de pequeñas industrias. Ejerció un poder de policía muy eficaz, pero muy cruel, ya que a la menor falta, los delincuentes eran sencillamente ejecutados.
Ordenó llevar la contabilidad con una precisión desconocida hasta entonces. Impuso un control fiscal estricto, y una dedicación intensa a los funcionarios y empleados;
Su principal preocupación fue la educación;
Se llegaron a publicar tres periódicos simultáneamente; se fundaron teatros, escuelas secundarias de mujeres, bibliotecas públicas, etc. Llamó a su provincia a varios emigrados ilustres, sobre todo a federales antirrosistas, como Pedro Ferré, Manuel Leiva y Nicasio Oroño, pero también a unitarios como Marcos Sastre y otros. El ambiente que se respiraba en la provincia era mucho más libre que el de Buenos Aires u otras ciudades del interior.
El ambiente de libertad, que tanto contrastaba con el de Buenos Aires, llamó la atención de los emigrados y unitarios. Muchos, como Sarmiento o el general Paz, comenzaron a pensar que Urquiza sería el elegido por la historia para convocar un congreso constituyente y derrocar a Rosas.

 

Forjador de la Organización Nacional

Urquiza, Rosas y el Brasil

            A pesar de que la ciudad de Montevideo estaba sitiada y en guerra con las provincias argentinas, Urquiza logró mantener abiertos los puertos de su provincia al comercio con esa plaza. Según el punto de vista de Rosas, se trataba de contrabando; pero como el gobernador porteño necesitaba a Urquiza, lo permitió de hecho.

Rosas seguía sosteniendo que, dado que el país no estaba en paz, no era tiempo aún de sancionar una constitución. Lo cual era cierto, pero también lo era que la misma política exterior de Rosas mantenía el estado de conflicto exterior constante. De hecho, Rosas fue repetidamente acusado de mantener a la Confederación en guerra, para así posponer indefinidamente la sanción de la Constitución.